Thmubnail
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Estos rostros en India, esos que parecen curtidos por el sol, conllevan en su esencia, la bondad del alma que los define, un alma llena de benevolencia que jamás discrimina, que jamás juzga, que jamás sentencia…

Observar los rostros de quienes día a día hacen de India un sitio fantástico y armonioso, es de alguna manera, encontrar al dios o al ser supremo en el cual cada uno cree; la bondad y el amor desinteresado que brota de los ojos expresivos de los pobladores emocionan hasta el punto de erizar la piel.

Los ojos de cada habitante de la India exótica y de contrastes, transmiten la magia de este terruño de raíces milenarias. En ellos se reflejan las tradiciones, la cultura y la historia de una tierra de gente noble, trabajadora y solidaria, que siempre está dispuesta a estrechar lazos con los visitantes que arriban con ganas de conocer y aprender sobre esta cultura tan apasionante.

En esos ojos puros y sinceros, que se instalan inmediatamente en el alma del recién llegado, habita el corazón de esa majestuosa nación asiática que es la India. Son miradas que no se hallan en ningún otro lugar del planeta, vistas limpias, honestas, bellísimas… Miradas que nacen desde lo más profundo de sus entrañas sin prejuicios ni limitaciones y tocan el alma de aquel que las recibe.

La transparencia de sus miradas tan profundas, traspasan y conmueven al viajero. En India conviven armoniosamente fieles que profesan el islam, el hinduismo, el jainismo, el catolicismo, como tantas otras religiones, así como también son bienvenidos los turistas de cualquier procedencia a nivel mundial. Las diferentes lenguas conviven en total armonía semejante a una torre de babel. Es un territorio marcado por el amor, la tolerancia y el respeto, tal como lo reflejan los ojos francos de quienes viven allí.

Son rostros llenos de compasión, que emanan hospitalidad. Así como ellos ofrecen atractivas excursiones que resultan ideales para apreciar la riqueza natural de la zona y generar experiencias tan simples como extraordinarias a través de un aroma, una imagen, un sabor o un apacible atardecer en un entorno rural, los pobladores de India agasajan a sus visitantes con tratamientos ayurvédicos, masajes y sesiones de yoga, para que cada uno

recupere el equilibrio energético y alcance un óptimo estado de salud, tanto a nivel físico como mental.

Las arrugas marcadas, sus cabelleras al viento resecas por las inclemencias, la piel curtida por el sol, sus barbas tupidas y sus pupilas a veces celestes, verdosas y marrones color café, conmueven al fotógrafo más avezado que quiere retratarlos, logrando perpetuar esas miradas llenas de amor, que luego recorrerán el mundo…

El bindi característico en la frente de la mujer, o su tercer ojo, del sánscrito bindu, 'gota' o 'punto', es un elemento decorativo utilizado principalmente en India, y el sudeste asiático. Habla fundamentalmente de la intuición femenina. El área entre las cejas, donde se coloca el bindi, es considerada como el sexto chakra o agñá, lugar de la sabiduría. Tradicionalmente, es un punto de color rojo coloreado en la parte central de la frente, cerca de las cejas, pero también puede ser un signo o una joya en vez del punto y usualmente se usa el color rojo para mujeres casadas, y negro, para las solteras.