Thmubnail
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La hacienda data del siglo XVI, pero fue hasta principios del XVII que fue construida la casa principal. Algunas de las columnas y pisos que aún se conservan formaron parte de antiguas ruinas mayas (observatorios) donde se realizaban ceremonias que involucraban la contemplación de la Vía Láctea. De aquí que la hacienda se nombrara Katanchel que en maya significa "donde se pregunta al arco del cielo".

La recuperación de la Hacienda nace de un ambicioso proyecto de reforestación de árboles nativos donde se lograron plantar más de 175 mil ejemplares. La restauración del casco estuvo a cargo del arquitecto sevillano, Aníbal González quien recobró la casa principal, transformando la Hacienda en un santuario encantador de naturaleza y relajación, que hoy se ha convertido en un exclusivo Hotel eco-luxury.

Sus pabellones, restaurados meticulosamente para conservar su encanto original, brindan una atmósfera que lo transportará a una época de opulencia y confort, al tiempo que incorpora comodidades modernas y ambientes exquisitos. Así mismo, sus huéspedes podrán disfrutar de sus albercas privadas con aguas extraídas de manantiales libres de químicos, ofreciendo un entorno de bienestar y la sofisticación de un resort de lujo que procura especial atención al cuidado de su entorno natural.

Debido a sus fotogénicos y mágicos espacios variados, Katanchel ofrece la oportunidad de generar en entera privacidad eventos sociales, seminarios, cursos, bodas; esto, gracias a su extensión de casi 300 hectáreas de propiedad que incluyen el casco de la Hacienda, cenotes, albercas y jardines.