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En Indonesia existe un destino que seduce a todo aquel que desea relajarse y divertirse en un entorno deslumbrante. La isla de Bali es la joya más importante de esta nación asiática gracias a sus playas paradisíacas, su rica historia y sus sorprendentes manifestaciones artísticas y culturales. Para las parejas, esta bella tierra es sinónimo de romanticismo y pasión. Pero la región, que atesora miles de templos e impactantes volcanes, ofrece opciones para todos los viajeros.
Indonesia es un país insular del continente asiático que se ubica entre los más poblados del planeta. Su capital es Yakarta, pero hay otra entidad que le otorga fama internacional por sus incontables atractivos: Bali, una isla maravillosa que es visitada por turistas llegados desde los puntos más diversos. Aunque son muchos los encantos de este lugar, las playas de arena blanca y aguas turquesas constituyen su sello inconfundible. En Bali existen numerosos rincones mágicos para disfrutar junto al mar y dejarse atrapar por la magia local.
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Bali se desarrolla de cara al océano, contando con cientos de pueblos costeros y playas para pasar momentos inolvidables en contacto con la naturaleza. Muchos de ellas disponen de una infraestructura desarrollada para atender a los visitantes más exigentes, con hoteles de primer nivel, restaurantes que ofrecen delicias marinas y bares llenos de música y color. Por su entorno idílico y sus servicios de excelencia, Bali resulta ideal para un viaje romántico: no es casual que los recién casados suelan elegirla a la hora de organizar la luna de miel.
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Seminyak y Jimbaran están entre las playas predilectas de quienes buscan lujo y confort en Bali. En sus alrededores abundan las tiendas de marcas internacionales y los establecimientos gastronómicos que sirven selectas elaboraciones gourmet. Los amantes del surf, en tanto, suelen dirigirse a Kuta, Batu Bolong y Echo, donde las olas exigen grandes destrezas. Para contemplar la vida submarina, la elección recomendada es Sanur, una playa perfecta para bucear y navegar en increíbles embarcaciones con fondo de cristal.
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Pese a su superficie acotada, se estima que en Bali existen más de diez mil templos. Estos espacios de espiritualidad son puntos de encuentro y de desarrollo cultural: en ellos se realizan interesantes espectáculos de danzas típicas. Pura Tanah Lot, por ejemplo, fue construido sobre rocas rodeadas por el mar y ofrece magníficas vistas del atardecer. Sobre un acantilado se luce Pura Luhur Uluwatu, un conmovedor templo del siglo X que, según las creencias de los pobladores, protege a Bali de los espíritus malignos.
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Bali también es cuna de volcanes y arrozales que le dan al paisaje una fisonomía única. Batur, que se mantiene activo y entró en erupción por última vez en 1964, es el volcán más alto. Al llegar a su cima se puede divisar con claridad el precioso perfil de la región. Por otro lado, vale la pena arribar a Ubud para conocer los tradicionales cultivos de arroz en terrazas, una técnica antigua que aún hoy es aprovechada por los balineses. Rodeadas de bosques y santuarios, estas plantaciones son un símbolo de este mágico territorio.
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En el arte de condimentar con exactitud, creatividad y asumiendo algo de riesgo al cocinar, se concentra gran parte del éxito de una preparación gastronómica. Acertar en la elección de especias para un plato y distribuirlas en su justa medida, garantiza una experiencia culinaria fascinante que trasciende los sentidos y se graba en la memoria de los comensales. Color, intensidad, perfume y sabor, son rasgos únicos que llegan a un plato cuando la receta incluye aderezos aromáticos de origen vegetal.
Los viajes suelen estar atados a cronogramas estrictos. Hay que llegar al aeropuerto varias horas antes, apurarse para no perder el tren, considerar el tráfico si se elige el automóvil... No es el caso de los que optan por la fascinante experiencia de navegar en velero para visitar distintos países. Para ellos, el ritmo lo impone la naturaleza: cuando las condiciones meteorológicas acompañan, queda en manos de los navegantes definir el horario de salida y el destino al que se desea arribar.
El artista plástico Miguel Ángel Baca, nació en Barrancas, provincia de Santa Fe. Desde muy niño, junto a sus padres, se trasladó a Capitán Bermúdez, donde vivió hasta que se mudó finalmente a la ciudad de Rosario, allí formó su familia y reside hasta el día de hoy.
Nuevamente estamos en Porto de Galinhas disfrutando de buenos momentos con Luck Receptivo, nuestra referencia permanente en las excursiones por el nordeste de Brasil.
